"Mark no es importante, no estoy obsesionado, pero eran increíbles manos que tiraban de Toño".
Cesc Fabregas comenzó la temporada con dudas e incluso debate se trasladó a la grada, que llegó a ser divididos entre los que aplaudieron y silbaron en el partido contra el Valencia.
En la tormenta siempre salió en su defensa Tito Vilanova, que rebatía las críticas de un plumazo: "Yo a Cesc lo veo bien". Y tan bien le veía que ha actuado en consecuencia.
Ante el Granada Fàbregas fue titular, como en todos los encuentros de Liga disputados hasta el momento, pero es que además batió su propio récord de regularidad. Desde que fichó por el Barcelona nunca había disputado tres partidos consecutivos completos.
Ahora lo ha logrado con Getafe, Spartak y Granada. Lo más cerca que estuvo fue en el comienzo del año pasado en el que disputó los tres primeros encuentros de Liga, pero no fue titular ante el Milan en Champions.
Pese a la ansiada regularidad, Cesc sigue teniendo una cuenta pendiente con el gol. El sábado se topó con Toño: "Marcar es lo de menos, no me obsesiona, pero es que fueron increíbles las manos que me sacó.
Toño estuvo soberbio. Me paró dos a mí, otra a Xavi, a Leo. Ya marcaré, porque ocasiones tengo". Y Vilanova, por supuesto, dio la cara de nuevo por él: "Cesc me ha encantado. Solo le falta suerte ante el gol".
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